miércoles, 20 de junio de 2012

Exposición "ONCE UPON A TIME" (2012)



Galería pazYcomedias. Plaza del patriarca nº 5, bajo. VALENCIA.


Del 22 de junio al 17 de septiembre de 2012.

martes, 19 de junio de 2012

EL SÉPTIMO CÍRCULO (2012)









Javier Velasco. "El Séptimo Círculo". Sala La Gallera. c/ Aluders nº 7. Valencia.


(8 de Junio de 2012 - 28 de octubre de 2012)

viernes, 20 de abril de 2012

"MUSAC, León" (de la serie "Precipitados", 2011)





(320 x 146cm. Acrílico y carbón sobre lona plástica)



La reflexión viene de la mano de E. M. Cioran y su obra "La caída en el Tiempo". A través de dos citas nos alumbra una enorme lección de humildad.


I. “El animal razonable es el único animal perdido, el único que, en lugar de persistir en su condición primera, se preocupa por forjarse otra, a despecho de sus intereses y como por impiedad hacia su propia imagen. Menos inquieto que descontento (la inquietud exige una salida, desemboca en la resignación), el hombre se complace en una insatisfacción que raya en el vértigo. Como no se asimila nunca ni a sí mismo ni al mundo, es en esa parte de sí que se niega a identificarse con lo que resiente o emprende, en esa zona de ausencia, de ruptura entre él y él mismo, entre él mismo y el universo, donde descubre su originalidad y ejerce su facultad de no coincidencia que lo mantiene en un estado de insinceridad tanto hacia los seres, lo cual es legítimo, como hacia las cosas, lo cual es menos legítimo. Doble desde su raíz, crispado y tenso, su duplicidad, al igual que su crispación y su tensión, proceden de su falta de existencia, de la deficiencia sustancial que lo condena a los excesos del querer. Mientras más se es, más se quiere. Nos precipitan hacia la acción nuestro no–ser, nuestra debilidad y nuestra inadaptación. Y el hombre, el débil e inadaptado por excelencia, cuenta con la prerrogativa y la desgracia de sujetarse a tareas inconmensurables para sus fuerzas, de caer presa de la voluntad, estigma de su imperfección, medio seguro de afirmarse y de hundirse”

II. “Querer significa mantenerse a cualquier precio en un estado de exasperación y de fiebre. El esfuerzo es agotador y no está dicho que el hombre pueda sostenerlo siempre. Creer que le está asignado sobrepasar su condición para orientarse hacia la de superhombre, es olvidar que apenas puede resistir en tanto hombre, y que sólo lo consigue a fuerza de tensar su voluntad, su resorte, al máximo. Ahora bien, la voluntad que contiene un principio sospechoso e incluso funesto, se voltea contra aquellos que abusan de ella. No es natural querer, o mejor dicho, habría que querer apenas lo justo para vivir, desde el momento en que se quiere más o se quiere menos de la cuenta, tarde o temprano acaba uno por perturbarse y decaer. Si la falta de voluntad constituye en sí una enfermedad, la voluntad en cuanto tal es aún peor: es a causa de ella, de sus excesos, más aún que de sus debilidades, de donde derivan todos los infortunios del hombre. Pero si en el estado actual en que se encuentra ya quiere demasiado, ¿qué sería de él si adquiere el estado de superhombre? Estallaría y se derrumbaría sin duda sobre sí mismo. Y sería llevado entonces, a través de un grandioso rodeo, a caer del tiempo para entrar en la eternidad de abajo, término ineludible donde, a fin de cuentas, poco importa que llegue a causa del deterioro o del desastre.”

Museo Guggenheim de Bilbao (de la serie "Precipitados", 2011)





(Acrílico y carbón sobre lona plástica. 1,80 x 1,80 mts.)


“Dadá fue una caricatura del legado del siglo XX, una imagen que amplifica y distorsiona la mayoría de las presiones a que estuvieron sometidos los artistas más finos, complejos y también más retraídos.El fin de los dadaístas era la agitación destructiva contra todo: no simplemente contra el establishment y la burguesía que conformaba su público, sino también contra el arte, y hasta contra Dadá mismo:

Basta de pintores, basta de escritores, basta de músicos, basta de escultores, basta de religiones, basta de republicanos, basta de monárquicos, basta de imperialistas, basta de anarquistas, basta de socialistas, basta de bolcheviques, basta de políticos, basta de proletarios, basta de demócratas, basta de ejércitos, basta de policía, basta de naciones, basta de estas idioteces, basta, basta, NADA, NADA, NADA.
Por eso esperamos que la novedad, que será lo mismo que aquello que ya no queremos, nazca menos podrida, menos inmediatamente GROTESCA
(Manifiesto de Louis Aragon).
Texto extraído de "El dios salvaje" (Un estudio del suicidio), A. Alvarez, editorial Norma, Bogotá, Colombia, 1999. Edición original: 1971

miércoles, 4 de abril de 2012

Museo del Prado/Museo Reina Sofía (Serie "Precipitados", 2011)






¿Y si regresáramos?
Jamás
Ven conmigo al vacío
También tú
Sueñas con el vacío
Con nuestro amor absoluto
Sé que, sin decirnos una palabra,
Nos dejamos caer por el precipicio
Que salvaguarda nuestro amor
El vacío espera nuestro amor
Como yo te espero cada día
Ven conmigo al vacío.

Ven conmigo al vacío”, Yves Klein (fragmento)
Tal vez sea de las pocas ocasiones en las que una acción en el arte encuentra su propia reacción, incluso con un lapso de tiempo bastante considerable. 
La metáfora se convierte en peligrosa realidad que atenaza todo nuestro ser creativo y nos lanza a un vacío donde lo único que deseamos y esperamos encontrar es el verdadero “amor al arte”, ese arte que inevitablemente nos llevará a lanzarnos a un futuro incierto que se encuentra trazado por los lugares donde siempre hemos soñado llegar…
El amor al arte solo produce hambrientos cadáveres exquisitos, mientras que los sepultureros, impolutos y ajenos, aun siguen teniendo un salario por darnos sepultura.
También la canción decía "it's raining man", con tono de irónica fiesta…
La fiesta ya terminó y ahora solo nos queda el precipitarnos desesperadamente sobre los templos que siempre hemos anhelado, sin música y sin red. 
No hay drama, no hay sangre,… tan solo hay la esperanza de ser rescatados en el último instante.
La serie “Precipitados” irá progresivamente trazando el plano de las caídas sobre los mas deseados e importantes centros que configuran el Arte Contemporáneo.

lunes, 17 de octubre de 2011

VIH (2002)





La relectura que hace Javier Velasco va en un doble sentido. Por una parte en el símbolo y por otra en las posibilidades expresivas del material. La fragilidad del cristal con el que realiza la corona de su obra titulada "VIH" hace referencia a esa vulnerabilidad del enfermo. Ese cristal te puede herir si lo tocas, pero a la vez se rompe. La coronación de espinas fue símbolo de escarnio, de burla, pero el cristianismo la reconvierte en gloria, la gloria del sufrimiento injusto. Juega a la vez con la semejanza del JHS y el VIH, con la riqueza y la simbología del bordado, con el carácter de relicario y de exvoto. Es la "dignificación" del enfermo de SIDA. Esa riqueza de contenido y la parquedad del material empleado hacen de esta pieza un elemento de ese neomanierismo mínimal que ya apunta hacia lo barroco.
(Juan Ramón Barbancho. Extracto de "La (de)sacralización de los objetos. El neobarroco y otras historias."

viernes, 24 de junio de 2011

Cuerpos deshabitados (2001)



(Látex, técnica mixta)

(Látex, cristal, técnica mixta)

El tema de las lágrimas ha venido siendo central para Javier Velasco, que ha hecho interesantes moldes con látex de fragmentos del cuerpo humano, como si fuesen pieles arrancadas, combinándolos a veces con lágrimas de cristal. Esto es lo que se ve en “Cuerpo deshabitado I” (2001): de una especie de tubos horizontales transparentes cuelgan muchas lágrimas de vidrio, algunas de las cuales parecen haber caído sobre un espejo circular colocado en el suelo; en el centro, colgada a media altura, rodeada de lágrimas suspendidas, vemos la piel de goma (a mitad de camino entre un traje y un desollado corporal) de un torso femenino.

(JUAN ANTONIO RAMÍREZ, “Corpus Solus, para un mapa del cuerpo en el arte contemporáneo”, Ediciones Siruela)