PRETEXTO
El presente blog pretende ser un recorrido aleatorio por la obra y la figura del artista español Javier Velasco. Será el azar quien dicte las entradas, y en ellas se mostrarán, sin seguir orden cronológico ni de ningún otro tipo, todas aquellas creaciones de Javier Velasco que al que subscribe le parecen más sugerentes y significativas. Las imágenes llevarán siempre un pie que oscilará entre lo descriptivo y lo subjetivo, según el momento y las circunstancias así lo requieran.
SEMBLANZA
Javier Velasco nace en España, en la provincia de Cádiz (La Línea de la Concepción 1963). Cursa estudios de Bellas Artes en la Universidad de Sevilla, licenciándose en la especialidad de pintura.
Comienza su andadura profesional de la mano de la galería madrileña Magda Bellotti, y en la actualidad trabaja con la Galería Mito, de Barcelona. Y ha presentado su obra en exposiciones individuales y en ferias internacionales como ARCO (con gran éxito de ventas y crítica)
Los primeros trabajos de Javier Velasco se centran casi siempre en la tesis del cuerpo como vehículo y como medio de expresión, en contacto con los mecanismos expresivos de la performance, influenciado por Esther Ferrer y los formatos que en esa época ocupaban el panorama conceptual del arte. La fotografía como documento del proceso de sus obras y resultado de las mismas se hace patente en sus piezas iniciales, y la pintura, poco a poco, irá adquiriendo en el conjunto de su obra un carácter más explicativo que puramente estético.
Podríamos encuadrar en esta etapa diversos procesos de creación en vídeos y fotografías, como “Talla M”, “50%”, “Cutáneo”, y algo anterior en el tiempo, su pieza completa de video instalación “Capsula/Huella”. Es a partir de aquí donde Javier Velasco se nos revela ya como un notable y efectivo artista multidisciplinar, cuando aún el término “artista multidisciplinar” no era tan valorado como lo es en el actual panorama artístico contemporáneo.
Se convierte así Javier Velasco, por tanto, en un creador adelantado a sus coetáneos cuando registra en sus trabajos la impronta del carácter efímero, que se convertirá desde entonces en una constante presencia en la parte sustancial de su quehacer artístico.
De este modo, la variedad y originalidad de los materiales empleados en el proceso productivo (vidrio, mercurio, mercurio cromo, azul de metileno, etc.), así como su cercanía emocional con los temas tratados (siempre oscilando en la dicotomía placer/dolor, cuerpo/sentimiento, belleza/horror, lo anecdótico frente a lo profundo y eterno, etc.) hacen de Javier Velasco un artista bastante difícil de calificar, y con una producción pictórica, fotográfica, escultórica, fílmica y performática que le convierten en un artista bastante genuino y complejo de clasificar y situar, aunque, paradójicamente, sus obras, a pesar de la diversidad creativa, se mantienen firmemente unidas a una identidad de fondo de carácter autobiográfico, pues en todas ellas late el pulso de lo que el artista vive y experimenta en cada momento y lugar de su camino vital.
La presencia en sus creaciones artísticas del vidrio y de materiales de laboratorio (como son el mercurio, el mercurio/cromo y el azul de metileno), aparte de ser algunos de los aspectos que más van a caracterizar y definir la obra de Javier Velasco, producen como resultado una serie de piezas que se hibridan con otros lenguajes y sitúan al artista en un plano diferente a lo que es la moda al uso en el arte contemporáneo. Sus trabajos con las lágrimas de vidrio, que en ocasiones se imbrican con la performance (la serie fotográfica “Perforados”, sus “Catálogos de lágrimas”, sus libros atravesados por lágrimas, etc.) resultan tan impactantes y atrayentes que se convierten en un sello de identidad del que ya difícilmente Javier Velasco podrá desligarse. Y sus pinturas de grandes y medianos formatos con la base pictórica del mercurio cromo y del azul de metileno, aparte de otorgar al artista una originalidad y exclusividad en el uso artístico de materiales más propios de la medicina, conducen (y aquí está su principal logro) a Javier Velasco a reflexionar, con métodos y materiales curativos, sobre determinadas enfermedades sociales y naturales que aquejan al mundo en el que vivimos (como puede demostrarse, por ejemplo, en sus trabajos pictóricos “Strangers in Paradise” o “El último paisaje”)
De ahí que el uso del azul de metileno y del rojo del mercurio cromo, (unido a ese carácter curativo al que hemos hecho referencia), otorguen a las pinturas de Javier Velasco matices dramáticos a la par que esperanzadores. Son piezas que armónicamente funcionan con un esquema gráfico sencillo pero cuyo resultado final es complejo en cuanto a ejecución y a temática (ramificaciones, sangre y venas, topografías, etc.). Con estos materiales como vehículo, el artista es capaz de transmitir realidades sociales difíciles de aprehender y solucionar (el problema de la inmigración de africanos en pateras que buscan un futuro precisamente en la tierra donde el mismo Javier Velasco nació, en su serie “Strangers in the Paradise”; la metáfora de las fronteras, presente en sus piezas en forma de enormes alambradas de vidrio que transmiten perfectamente la imagen de fragilidad e incomunicación; la destrucción del mundo natural en que vivimos en sus trabajos reunidos como “El último paisaje”; la mordaza de la incomunicación en sus libros alambrados, en los que a veces el texto ha sido borrado creando un nuevo lenguaje totalmente ilegible; etc.)
Es difícil hacer una síntesis de la multiplicidad de obras de este artista inclasificable (pero sí reconocible si se es un cazador de actualidad), ya que como señalábamos anteriormente, su vida y obra no son desligables. Podríamos seguir haciendo referencia a performances video fotográficas como Don’t fence me in, o su propuesta fotográfica Ambigua Navidad, o su trabajo fílmico Opera para migrantes mexicanos (donde se presenta el problema de la inmigración ilegal a los Estados Unidos de una forma paradójica y políticamente incorrecta), y un gran número de trabajos y proyectos creativos que han jalonado la trayectoria artística de Javier Velasco.
Trayectoria que lleva a la obra de Javier Velasco a estar presente en colecciones importantes de museos y particulares, y a participar en la Bienal de Venecia en el proyecto conjunto de Ofelias y Ulises, donde el comisario internacional Harald Szeemann, prendado de la delicadeza y sutilidad en el empleo de los materiales por parte del artista, le invita a participar con una enorme video instalación en el PS1 MOMA de NY (I will write the history of tears). Sin olvidar, por su relevancia, la intervención en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, en Sevilla, donde la Cúpula de la Sacristía de Zurbarán se convierte en un espacio de reflexión con cientos de gotas de vidrio suspendidas desde el techo. O la gigantesca instalación permanente en el Museo de Almadén del mercurio, una pieza con 4800 kg de mercurio y una lluvia de lágrimas que lo cubren desde gran altura, obra compleja y excepcional en su ejecución y acabado.
Javier Velasco, - que actualmente desarrolla su producción a caballo entre Valencia (España) y Miami (EEUU)-, como abanderado de lo efímero y de que su propuesta es completamente actual y comprometida, no tiene miedo de experimentar con la experiencia misma de la creación, siendo consciente de que muchas de sus obras podrán perderse en el camino y que probablemente solo quede de ellas el registro fotográfico o en video de las mismas. No por ello renuncia a crear grandes instalaciones que solamente podrán durar el tiempo que duren las muestras, como conjuntos de ramas de vidrio que atraen por su belleza pero que nos remiten al dolor, a la fragilidad, a lo perecedero del arte y sus fórmulas.
Arriesgado y sincero, Javier Velasco tiene un lugar privilegiado en el manejo y conocimiento de los materiales que emplea, integrando tanto los aciertos como los fracasos que su propia materialidad presenta y haciendo que las obras generen sentimientos y emociones, tan reales éstos que incluso pueden llegar a ser polémicos pues, aunque muchas de sus obras puedan parecer algunas de una estética y una belleza amables y sinceras en una primera lectura, Javier Velasco no es un artista al que se le pueda hacer callar en su discurso y siempre afrontará la dura realidad del mundo en que vivimos cara a cara, sin huidas ni falsos maquillajes (de ahí que, en algunas ocasiones, determinados proyectos del artista no hayan podido ver la luz por ser considerados políticamente poco correctos)
En la actualidad, la preocupación artística de Javier Velasco gira en torno a los tormentos que el ser humano se empeña en infringir al planeta, a los niños y a la mujer, a las diferentes opciones sexuales y religiosas, etc. en nombre de una mal llamada “identidad cultural” que legitima determinados horrores ante los que la humanidad a veces vuelve la espalda. Su propuesta de La isla hundida ha dado y sigue dando la vuelta al mundo desde su presentación en la COP16 y continúa implicando a miles de niños de todo el planeta.
En definitiva, Javier Velasco es un artista que, por su impredecibilidad, puede sorprender con cada proyecto en el que se implique y que se adapta fácilmente a los grandes retos que plantea el arte contemporáneo, siendo una de sus habilidades las site especific, donde puede hacer y rehacer su pensamiento y su obra.
Generador incansable de narraciones y transmisor de sentimientos, es tan ingente la producción de Javier Velasco que podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que muchas de sus obras no han visto, y por desgracia nunca verán, la luz fuera de su estudio-taller, pero no por ello el artista se frustra o pretende acortar caminos. Al fin y al cabo, la obra siempre sobrevive al creador y es lo unico que queda. Eso es el Arte con mayúsculas.
Me parece muy bueno este artista!! Es una pasada todo lo que hace!
ResponderEliminarFelicidades Javier! Sigue deleitandonos con estas maravillosas obras!!
Muy buena iniciativa la de un blog dedicado a la obra de Javier. Ánimo, y a seguir apoyando a este genial artista.
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